lunes, 18 de agosto de 2008

Mi primer vuelo

Hace un par de semanas tuve la oportunidad de andar por primera vez en avión. Por temas laborales debía viajar a Argentina, haciendo parte del viaje vía aerea desde Montevideo a Buenos Aires. Era una de las tareas pendientes en mi vida...

Minutos antes de dirijirnos al avión noté que mi cerebro envió a mi estómago y corazón un par de leves señales de susto, que terminaron luego de subir al avión. Luego de media hora de espera, acompañados por el ronroneo de los motores, la nave comenzó a moverse. Se dirigió hacia la pista y comenzó una gran aceleración que sinceramente creí que iba a ser mayor, talvés acostumbrado al Bólido de Oro, la lata con alas se vió opacada...

Ya en el aire se notaron algunas vibraciones y un par de "caídas" que solo te llevan a esperar que pasen. Tras más de media hora de vuelo, se comenzó a ver Buenos Aires, enorme, iluminada y secreta. Poco más tarde llegó el aterrizaje, el cual tiene dos cosas que impresionan: el momento que las ruedas traseras se apoyan en la pista generando un ruido extraño (como si algo se rompiera) y el momento del frenado donde se consigue una gran desaceleración con la utilización de los motores.

En el viaje de vuelta todo fue más tranquilo y rápido. Con un espectacular día, tuve la oportunidad de ver desde el aire dos grandes ciudades de Colonia (Uruguay): Colonia del Sacramento y Juan L. Lacaze.

Linda experiencia.

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